Pues eso, que por fín acabé la moto.
Siempre falta algo, pero lo importante está. Por fín me fui a dar un garbeo de 20 Km.
Nunca había rodado con ella, ni con ninguna Morini. Ésta solamente había rodado en la ITV, después de casi veinte años parada.
Impresinante cómo va. Los Morineros lo sabéis de sobra.
Lo último que he hecho es el asiento. Desarmé el viejo asiento de la Strada, rebajé la espuma de la mitad delantera, pegué el sobrante atrás, lo esculpí y lo lijé con la forma que quería, lo llevé a tapizar y... ¡voila!. Me gusta mucho más que el de la Sport.
Pero como no todo iba a ser un camino de rosas, según salí de casa, deja de funcionar el piloto trasero y los intermitentes, para acabar sin luces, salvo la de posición. Bueeeeeno, lo miraremos. La electricidad y su P.M.
